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miércoles, 17 de febrero de 2016

El error común.

El mayor poder es el de realizar preguntas, las respuestas pueden ser variables, cambiantes, buscar fines diferentes, la pregunta sin embargo es lo único inmutable y duradero, en cierta forma hay mas verdad en la pregunta que en cualquier respuesta que nos den. Por ello es más necesario una pregunta sincera que una respuesta satisfactoria. El error común nace como antítesis a cualquier pregunta, negando lo que hace que una generación vaya más allá que la anterior; la duda.

Cuando este error se afianza en el ego de cualquier sistema, transforma al alumno en un discípulo de un dogma sagrado; la infalibidad del sistema, para ello se basa en una metodología cerrada donde respuestas y preguntas se han creado a la vez dentro de un esquema cerrado, sin fisuras que dejen lugar a dudas y sin opción a la realidad que no puede ser esquematizada por su total imprevisibilidad.

El sistema de enseñanza del error común siempre sigue el mismo esquema, unifica donde hay diversificación y estructura donde no hay estructura, busca dar una visión única que carece de sentido cuando descubrimos la cantidad de visiones que existen.

El error común huye de la propia experimentación, teme la libertad y busca anclajes seguros, da prioridad a las herramientas no por su utilidad sino por su apariencia, todo aquello ajeno al sistema estructurado no es válido y le resta personalidad al sistema, no se busca en ningún momento el desarrollo personal del individuo sino es dentro de dicho esquema, sin dar pie a expresiones genuinas. No crea el arte como método de autoexpresión, sino como religión que se autoalimenta con cada nuevo alumno, la finalidad no consiste en hacer crecer al alumno a través del sistema sino al sistema a través del alumno.

No permite caminos alternativos ni da pie a la duda razonable, para ello hace uso de líderes o ídolos carismáticos, busca vestirse de conceptos subjetivos como tradición o eficacia, y si es necesario, elimina la duda del alumno haciendo uso de la fuerza; donde nace la duda el sistema responde con una técnica agresiva como respuesta demostrando su validez y golpea, en vez de solventar, cualquier duda.


Este error tiende a olvidar el aspecto humano, olvida la faceta más animal del ser humano, aquella donde todo está permitido por el instinto de supervivencia, de la misma forma no se plantea la entropía que rige un combate real donde la cantidad de elementos que entran en juego sobrepasa a cualquier sistema. El error común no tiene época, porque no está sujeto a tradición ni modas, forma parte del elemento humano que hay tras cualquier sistema, donde se da prioridad a la palabra del fundador  por encima del sentido común.

Cuando se compara cualquier sistema dogmático, es decir basado en ideas subjetivas que forman una ley, no hay diferencias entre conjuntos diferentes, ya sea religión, artes marciales u otros tipos de sistemas, siempre primará por encima del bien individual los intereses del sistema en cuanto a perpetuarse o expandirse.

Solo hay una forma de huir del error común; cometer errores.

Cometamos algunos en forma de preguntas, utilicemos el pensamiento crítico como herramienta de aprendizaje en nuestro sistema refutando el mismo, podemos para ello plantearnos dudas razonables como si el sistema que sigo me enseña a defenderme de un ataque que no puedo prever,  estoy aprendiendo realmente a defenderme de ataques de otros sistemas (para ello debería de conocer otros sistemas, al menos de forma básica), estoy preparado para que mi defensa sea neutralizada o da mi sistema por sentado que ésta es 100% segura, me enseña a estar física y psicológicamente preparado para una derrota o ni se cuestiona esta posibilidad, establece pautas de compensación psicomotriz; es decir me prepara para seguir defendiéndome o luchando si sufro un percance importante, cuando un agresor me ataque se comportara como mi compañero de entrenamiento o imposibilitara en gran medida mi ejecución técnica y si es así porque repetir tantas veces dicha técnica en vez de entrenar más a improvisar, y así podríamos seguir cuestionando nuestro aprendizaje.

Cuando llega el momento de poner a prueba lo aprendido debemos recordar que ese suceso solo nos concierne a nosotros, que seremos los que salgamos victoriosos o vencidos, que haremos daño o saldremos heridos... o peor. El sistema es un ser abstracto, como idea puede ser intocable, nosotros sin embargo seguimos siendo de carne y hueso.

Los grandes "maestros" no fueron grandes por lo que podían hacer, sino por ir un paso más allá que sus ancestros, cada gran maestro que hoy veneramos no hizo otra cosa sino crear nuevos conceptos no seguir  otras ideas ciegamente, carece de sentido filosófico tomar sus ideas como un nuevo patrón a seguir.   
Duda, investiga, explora nuevos horizontes y nunca des nada por sentado, no busques seguir el camino de otro, crea el tuyo propio.
                                                                                                    "Nullis in verba"

jueves, 11 de febrero de 2016

1º Serie de Luxaciones, apartado técnico.

Encadenamientos naturales, transiciones de una luxación a otro por orden de naturalidad del movimiento, metodología de aprendizaje rápido para el aprendizaje de luxaciones básicas.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Módulo de propiocepción y expresión corporal.

La propiocepción es la percepción sensorial y mecánica que poseemos de nuestro propio cuerpo, podríamos decir que es el sentido que nos informa de la posición y de las posibilidades biomecánicas y sensitivas de nuestro cuerpo en el espacio.
Gracias a este "sentido" sabemos hasta donde podemos levantar una pierna, hasta donde podemos rotar una articulación o que altura podemos desarrollar con un salto entre otros muchas posibilidades.
La propiocepción no es una cualidad innata, ha de desarrollarse siendo la experiencia la principal vía de acceso a este conocimiento.

Como cualquier otro sentido, al entrenarlo se desarrolla más y se adquiere una mejora de esta facultad; al entrenar el equilibrio este sentido se desarrolla más, al entrenar nuestra elasticidad esta irá a más, etc.
La propiocepción abarca el conocimiento de todo nuestro cuerpo en general, de forma interna y externa; se aprende a ser consciente desde los latidos del corazón, la capacidad de contracción muscular, la potencia de nuestra voz o incluso la sensibilidad al tacto.

El entrenamiento de esta cualidad pasa por el trabajo biomecánico, la expresión corporal-facial, las capacidades motoras, psicomotrices, el control de la respiración y el sentido espacial. Para ello se unen desde ejercicios deportivos, de mímica, de danza, meditación o incluso de carácter lúdico, que busquen desarrollar al máximo esta cualidad que nos otorga un conocimiento pleno sobre nosotros mismos y las capacidades de nuestro cuerpo.

Este trabajo puede beneficiar a personas que necesiten mejorar su capacidad expresiva por motivos profesionales como; actores, cantantes, bailarines, etc, a deportistas por la cantidad de beneficios que tiene y que mejoraran un mayor rango de aptitudes o a personas que deseen realizar una actividad deportiva moderada que les beneficie tanto física como psicologicamente, también es una herramienta ideal como ejercicio de rehabilitación física.

Es una parte importante del entrenamiento del Programa SAM ya que dota al alumnado de una serie de herramientas indispensables para aumentar su capacidad psicomotriz, aunque como otros apartados del programa se pueden impartir en forma de módulo, es decir como actividad propia.

Si estas interesado en clases o talleres sobre Propiocepción y Expresión corporal puedes ponerte en contacto con nosotros en;
El Puerto de Santa María, C/ Varilargueros 8 Centro de Terapias Naturales Nenúfar Tlfno;661424255
O si deseas impartir esta actividad en tu centro escríbenos a infoprogramasam@gmail.com con el asunto propiocepción.